El viaje hacia la construcción
del informe alterno "Del Papel a la Acción" no es solo una tarea
técnica, sino un acto de convicción, un esfuerzo profundo de resistencia
colectiva en defensa de quienes aún no tienen plena voz en los espacios de
poder: los niños y las niñas. Pero antes de adentrarnos en este proceso de
construcción colectiva, es importante dar contexto sobre lo que es la
Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), el Comité de los Derechos del
Niño, y los informes alternos, diferenciando estos últimos del informe oficial
que presenta el Estado.
La Convención sobre los
Derechos del Niño (CDN), adoptada en 1989 por las Naciones Unidas, es
un tratado internacional que tiene como objetivo garantizar los derechos
fundamentales de los niños y niñas, entendidos como personas menores de 18
años. Es el primer instrumento legal que considera a la niñez como sujetos de
derechos, no solo como seres en desarrollo. La CDN establece, en 54 artículos,
derechos tan esenciales como el acceso a la educación, la salud, la protección
contra la violencia, la explotación, y el derecho a ser escuchados en los
asuntos que les conciernen. Además, cuenta con tres protocolos facultativos que
tratan sobre el involucramiento de menores en conflictos armados, la
explotación sexual infantil, y la posibilidad de que los niños y niñas
presenten denuncias directamente ante el Comité de los Derechos del Niño.
El Comité de los Derechos
del Niño es el órgano encargado de supervisar la implementación de la
CDN. Está compuesto por expertos internacionales que monitorean el cumplimiento
de los Estados que han ratificado la Convención. Cada cinco años, los países
deben presentar un Informe Oficial detallando las acciones que
han tomado para garantizar los derechos de los niños y niñas en su territorio.
Este informe oficial es elaborado por el Gobierno y las instituciones estatales
competentes, que recogen información de diferentes entidades como Ministerios, Fiscalía,
Procuraduría, ICBF y todas las entidades que intervengan en la ruta de atención
de ellos y ellas.
El informe oficial, que presenta
el Estado, está pensado para mostrar los avances en la implementación de la
Convención. Sin embargo, este documento, al ser redactado por el propio Gobierno,
a menudo tiende a omitir o minimizar los problemas y desafíos que enfrenta en
la protección de los derechos de la infancia. Es aquí donde surge la necesidad
de los Informes Alternos.
Los informes alternos son
documentos que cualquier persona, organización o colectivo puede presentar ante
el Comité de los Derechos del Niño. Estas presentaciones ofrecen una visión más
crítica y profunda sobre las situaciones que el informe oficial del Estado
puede no reflejar completamente. Los informes alternos, a diferencia del
informe oficial, exponen las carencias, omisiones o violaciones que persisten
en el país y sirven como herramienta para exigir responsabilidad y
transparencia en la implementación de los derechos de la niñez. Estos informes
permiten a la sociedad civil y a los propios niños y niñas tener un espacio
para denunciar las violaciones que sufren, asegurando que sus voces también
sean escuchadas.
Ahora, entendiendo la importancia
de los informes alternos, podemos adentrarnos en el proceso de construcción del
Informe Alterno: "Del Papel a la Acción". Este proceso
no solo fue un acto de recopilación de datos, sino una verdadera manifestación
de justicia social y auditoría desde la sociedad civil. Desde la Plataforma
Colombiana por el Protagonismo de Niños y Niñas, nos articulamos con
organizaciones aliadas como tdh Alemania, tdh Suiza y FIAN para llevar
a cabo un trabajo conjunto que trascendió lo técnico. Nuestro objetivo fue
simple pero profundo: asegurar que los derechos de los niños y niñas no se
queden solo en el papel, sino que se traduzcan en acciones concretas.
A lo largo del proceso,
elaboramos dos informes distintos pero complementarios. El primero fue un
informe formal, desde la voz adulta, que recoge datos y análisis técnicos sobre
la situación de los derechos de la niñez en Colombia. Este informe, sustentado
en investigaciones y cifras, refleja la perspectiva de las organizaciones
involucradas, quienes tienen años de experiencia trabajando en temas de
infancia. El segundo informe, y quizás el más impactante, fue construido desde
la voz de los propios niños y niñas, quienes participaron activamente en la
recolección de sus testimonios y experiencias.
A lo largo del 2022, llevamos a
cabo diversos encuentros, incluidas las Asambleas Regionales de la Plataforma,
donde nos reunimos con niños y niñas de distintas regiones del país. Estos
espacios fueron fundamentales para conocer de primera mano las problemáticas
que ellos y ellas enfrentan en sus comunidades. A través de sus voces, pudimos
comprender las violencias que los afectan, las carencias en salud y educación,
así como las exigencias que dirigen tanto al Estado colombiano, al Comité de
los Derechos del Niño, a sus familias y a las autoridades locales. Esta
participación activa le otorga al informe una riqueza única, al no limitarse a
señalar problemas, sino también a plantear llamados y demandas directamente
desde la infancia.
El informe elaborado por los
niños y niñas abarca temas urgentes como la falta de acceso a una educación
digna, la alimentación insuficiente, la violencia estructural, y el
reclutamiento de niños y niñas. Pero más allá de denunciar, este informe es un
grito de esperanza, una manifestación del poder que tienen los ellos y ellas
cuando se les da la oportunidad de ser escuchados.
El informe elaborado desde la
perspectiva de los adultos fue el resultado de un esfuerzo profundamente
colaborativo. Reconocimos que cada una de las organizaciones que conforman nuestra
alianza aporta conocimientos y experiencias especializadas en diversos temas
relacionados con los derechos de la niñez. Así, en lugar de centralizar la
información, permitimos que cada organización contribuyera con datos,
investigaciones y análisis que enriquecieron el documento final. Al analizar
estos aportes colectivos, identificamos tres grandes problemáticas que enmarcan
la situación actual de la infancia en Colombia.
En primer lugar, detectamos la
captura corporativa, un fenómeno en el que grandes organizaciones y influyen en
las decisiones del Estado, moldeando políticas públicas a su favor, lo que
debilita la protección de los derechos de los niños y niñas. En segundo lugar,
observamos una preocupante desidia estatal, que se traduce en la incapacidad
del gobierno para actuar, ya sea por falta de voluntad, negligencia u omisión.
Omisión que perpetúa las problemáticas que afectan a la niñez. Finalmente,
señalamos la penetración de la violencia, no solo por actores externos, sino
también desde dentro del propio Estado, con funcionarios o agentes que, en
lugar de proteger, perpetúan las agresiones hacia los niños y niñas. Estas tres
dimensiones no solo describen los fallos sistémicos del Estado, sino que
también ilustran la urgencia de una acción transformadora para garantizar la
protección integral de la niñez.
En conjunto, los dos informes
tanto el de los adultos como el de los niños y niñas representan una denuncia
clara de las fallas del sistema, pero también una visión esperanzadora de que
es posible construir un futuro donde los derechos de la infancia sean una
realidad tangible. "Del Papel a la Acción" no es solo un documento,
es un proceso de transformación social, un llamado a la acción, y una prueba de
que los niños y niñas no son solo beneficiarios de derechos, sino protagonistas
en su defensa y promoción.
La Plataforma Colombiana por el Protagonismo de Niños y Niñas, junto con sus aliados, seguirá impulsando este tipo de iniciativas, asegurando que la niñez en Colombia sea escuchada, respetada, y defendida en todos los niveles. Porque los informes alternos, más que una herramienta técnica, son una ventana a la verdad y un puente hacia el cambio real.
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